Abdulah Arabi DSE

Abdulah Arabi: “El pueblo saharaui está decidido con total fimeza y determinación a continuar esta lucha hasta alcanzar su independencia”

El equipo de Voz Saharaui entrevista a Abdulah Arabi en la Delegación central del Frente Polisario en España, ubicada en la céntrica calle Príncipe de Vergara de Madrid. Arabi, que cuenta con una dilatada carrera diplomática en el Frente Polisario, confiesa lo “frenético” de su agenda en los últimos meses. Nos atiende tras su visita institucional a Canarias, donde fue recibido en el Parlamento autonómico por todos los grupos parlamentarios. “El Sáhara es uno de los pocos temas completamente transversales que hace que todo el espectro político pueda sentarse sobre una base común” afirma.

VOZ SAHARAUI: El pasado 14 de noviembre el Frente Polisario daba por roto el alto el fuego tras la actuación militar marroquí en el Guerguerat. Desde entonces ya han pasado tres meses donde se vienen emitiendo “Partes de Guerra” diarios ¿Cuál es el balance tras 100 días de guerra?

Abdulah Arabi: Después de la Ruptura del alto al fuego hace 100 días provocado por Marruecos se reiniciaron las acciones bélicas las cuales se siguen caracterizando hoy en día por el hostigamiento entre el Ejército saharaui Ejército marroquí. Podemos considerar que la iniciativa está en manos del Ejército saharaui siendo el marroquí el que tiene que estar atrincherado detrás de su muro para protegerse de los ataques. Hasta ahora se ha logrado infringir muchísimas bajas y destruir material en la parte marroquí. No descartamos que próximamente tendremos que entrar en una nueva fase de esta guerra que ya ha pasado los 3 meses y comience a ser una guerra de desgaste.

V.S.: Marruecos insiste en negar el Estado de guerra y califica como fake news las publicaciones del Frente Polisario ¿Qué opinión le merece?

A.A.: Es evidente que Marruecos va a seguir negando la existencia de esta guerra, no nos sorprende esa negación sistemática, el problema es el silencio que está teniendo la MINURSO. Si realmente Marruecos quisiera desmentir esta guerra o consolidar sus argumentos sería tan sencillo como pedir un informe a la Misión de la ONU en el que se dijese que no hay guerra. Si esto no se ha hecho es porque se reconoce la existencia del conflicto. Esa es la prueba más fehaciente, el silencio de la misión de las Naciones Unidas sobre esta guerra.

Nosotros no descartamos llevar pruebas palpables para demostrar al mundo la existencia de esta guerra. El relato que está intentado dar Marruecos en los medios de comunicación de que no existe tal guerra es totalmente falso y no es consistente ni se basa en ningún argumento. Simplemente intenta negar la evidencia. Somos conscientes por esto mismo que se tiene que ir a otra fase en esta guerra en la que el mundo tendrá que asumir que la guerra existe, que es real y lamentablemente ha sido provocada por el mismo ocupante que lleva 45 años machacando al pueblo saharaui sobre todo en los territorios ocupados.

V.S.: ¿Cómo afecta la declaración del Estado de guerra al Plan de Arreglo que entró en vigor en 1991? ¿La guerra supone una ruptura total del mismo?

A.A.: Es que el plan de arreglo es un todo, es compacto, no se pueden separar sus fases. La primera fase es la entrada en vigor, se firmó el alto el fuego con la condición de que en los siguientes años se iba a celebrar ese referéndum, y ese referéndum no se celebra. El Plan de Arreglo se ha convertido en una concatenación de prórrogas durante 29 años. Para lo que está sirviendo la presencia de la MINURSO, cuya esencia consiste en celebrar el referéndum de autodeterminación, es en mantener el status quo: una ocupación ilegal y garantizar el saqueo de nuestros recursos por parte de Marruecos. Ese es el Plan de Arreglo que ahora mismo nosotros hemos dado por roto después de la ruptura del alto el fuego. Por lo tanto, seguimos apostando por la vía pacífica, entendemos que la paz es la mejor solución y es por la que trabajamos y luchamos, pero la comunidad internacional debe entender que estamos ante una cuestión de Derecho Internacional.

El Sáhara es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, España sigue haciendo la potencia administradora de ese territorio y la ONU tiene que descolonizar el territorio mediante la aplicación del derecho internacional. Lo que se ha roto es el alto el fuego y por ende el Plan de Arreglo, no se puede separar. Marruecos sigue ocupando un territorio de manera ilegal y saqueando sus recursos bajo la protección de los cascos azules y la MINURSO, eso es lo que nosotros no vamos a aceptar bajo ningún concepto, pero seguimos abiertos a cualquier solución. La comunidad internacional tiene que reaccionar.

V.S.: Múltiples organismos internacionales, como la ONU a través de António Guterres y la Unión Europea, han hecho un llamado a abandonar las armas y retomar la “vía pacífica” ¿En este momento la opción de diálogo se contempla como una opción?

A.A.: Hay que pasar a los hechos, nosotros ya llevamos 29 años escuchando la llamada a las partes a una negociación, llamada a las partes a un entendimiento, a evitar la confrontación… hay dos partes, una agredida y otra agresora, con lo cual cómo se pueden entender si no es con la mediación de la comunidad internacional. Lo que tiene que hacer Guterres, las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad es actuar y decirnos cómo pretenden solucionar esta situación. A partir de ahí, evidentemente nosotros somos un pueblo dialogante y el Frente Polisario demostrado sobradamente que acude a cualquier cita hasta con el país que ocupa nuestro territorio.

V.S.: El Frente Polisario a finales de 2019, en su XV Congreso, advertía de que iba a utilizar todas las herramientas que tenía a su disposición, incluyendo la vía armada. ¿Entonces ya se tenía claro que este escenario de guerra iba a llegar ante una parálisis de la MINURSO, o ha venido sobrepuesto por la situación?

A.A.: Hemos dado tiempo, en diciembre del año pasado le hemos dicho a las Naciones Unidas que nosotros no podemos continuar en un proceso como el actual, en el que cada año se renueva la presencia de la MINURSO durante un año. Hemos dicho que ese escenario beneficia Marruecos al seguir ocupando el territorio de manera ilegal y seguir saqueando los recursos naturales del Sáhara. Con ese saqueo presiona y silencia el pronunciamiento de muchos países que desean hacerlo, porque intenta garantizarles intereses económicos que no son legales, ya que usa recursos de un territorio que según las Naciones Unidas sigue pendiente de descolonización. Por lo cual, hemos dicho que las Naciones Unidas nos hagan llegar indicios de que realmente quiere aplicar el pan de paz con su letra y espíritu, qué es permitir al pueblo saharaui decidir mediante un referéndum de autodeterminación. Eso, un año después, no se ha hecho y eso es lo que ha provocado la ruptura. Durante todo este año se venían reflexionando y analizando los pros y contras de esta decisión.

También se ha dado provocada por una agresión por parte de Marruecos a nuestros civiles. Por lo cual, si hubiéramos tolerado esa agresión hoy mismo estaríamos hablando de una situación totalmente inaceptable por parte del Ejército Nacional saharaui. Marruecos no entiende de diálogo, no entiende de la paz, solo intenta utilizar la fuerza. Estamos a 10 años de los sucesos de la de Gden Izik, y ahora iban a atacar civiles con su ejército. Si realmente esto no es una ruptura del alto el fuego, ya me dirá el SG de la ONU qué espera que se haga por parte de Marruecos para que esto se rompa.

“Somos conscientes que se tiene que ir a otra fase en la que el mundo tendrá que asumir que la guerra existe”

“Hemos alertado que si la vía pacífica fracasaba lo contrario serían las acciones bélicas. Nosotros no deseamos la guerra, pero la guerra es un derecho que tienen los movimientos de liberación nacional”

V.S.: En el escenario que se abre ahora, analizando cuantitativa y cualitativamente la realidad ¿Qué conclusiones se extraen desde el Ejército saharaui sabiendo el tamaño del ejército marroquí, su infraestructura, su aviación etc.?

Abdulah Arabi DSEA.A.: No me gusta alardear de la guerra, porque las guerras nunca son buenas, eso hay que dejarlo siempre claro. La cuestión es, yo nunca he visto a un pueblo que vuelva a la guerra con tanta felicidad como ahora a los saharauis. Eso tiene una explicación, después de 45 años en los campos de refugiados o bajo una ocupación, de los cuales 29 años te dan una esperanza de que la comunidad internacional va a vigilar una misión de la ONU que va a permitirte tu derecho a decidir, y resulta que pasan 29 años y te encuentras atado. Yo quiero apostar por esta vía pacífica, pero no me aporta nada. Generaciones que han nacido en un sitio y en otro y no ven futuro, y nos dicen “pero este discurso hasta donde lo vamos a aguantar”. Entonces, esta guerra desde el punto de vista de los analistas y el poderío militar, entiendo que se pueda hacer ese análisis por parte de especialistas en la materia. Pero aquí hay algo fundamental, la implicación y la moral de la gente que participa en la guerra, y desde luego esa felicidad que produce este retorno de la guerra al pueblo saharaui, explica la determinación que tiene este pueblo de seguir su lucha hasta conseguir sus objetivos finales. Evidentemente preferible por la vía pacífica, pero no nos han dejado otra puerta más que esta. No debería ser motivo de alegría, pero si es la única alternativa que nos han dejado.

V.S.: En las últimas semanas se han lanzado ataques contra la brecha del Gueguerat, contra posiciones militares en territorio marroquí y continúa bombardeando en distintos puntos del muro. En rueda de prensa el Ministerio de Defensa de la RASD afirmaba que estábamos ante una escalada en las operaciones.

A.A.: Lo que hay que tener claro es que el escenario de guerra que hay ahora mismo no es una pataleta, no es una cuestión táctica, no es para llamar la atención. La guerra es muy seria como para usarla de esta manera, es algo tan serio que realmente para tomar esa decisión ha sido necesaria una reflexión muy profunda a nivel de Frente Polisario y del pueblo saharaui. La hemos tomado porque ya se nos han cerrado todas las vías posibles para solucionar la situación de manera pacífica. Siempre hemos alertado que si la vía pacífica fracasaba lo contrario serían las acciones bélicas. Nosotros no deseamos la guerra, pero la guerra es un derecho que tienen los movimientos de liberación nacional, en este caso el Frente Polisario, para seguir defendiendo sus legítimos derechos. Una vez en este escenario el Ejército está desarrollando una estrategia efectiva contra todo tipo de objetivos.

V.S.: Como Delegado del Frente Polisario en España ¿Cúa está siendo la actitud del gobierno de España ante este nuevo escenario?

A.A.: El Gobierno de España de los últimos años viene tomando una postura realmente muy débil que no concuerda con sus responsabilidades políticas y jurídicas. Tampoco concuerda con el sentir de la sociedad española, qué es muy solidaria con la lucha del pueblo saharaui, sobre todo con su resistencia pacífica. Los posicionamientos en las relaciones bilaterales, de política de entendimiento y buena vecindad han sido aprovechadas por Marruecos cómo mecanismo de chantaje y manipulación permanentemente. Recurre al flujo migratorio, a cuestiones de seguridad, a la droga… España ha cedido lamentablemente a ese chantaje y es Marruecos quien controla y establece el timing en cada momento; si hay un debate a nivel de la ONU sobre el Sáhara Occidental suelta las pateras hacia España, luego lo para en función del posicionamiento. Eso ha condicionado que en los últimos años España no es capaz como gobierno de mencionar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Y con eso ya digo demasiado.

Nosotros, con los discursos y las palabras ya hemos tenido experiencia, muchas promesas incumplidas, muchas traiciones y muchas palmaditas al hombro; pero ahora es el momento de situarse y de decir donde está cada organización política, si está al lado de un país dictatorial como Marruecos, que es necesario e importante como vecino, que viola sistemáticamente los DDHH del pueblo saharaui, que tiene ocupado un territorio y responsable de todo el sufrimiento del pueblo saharaui. España debe elegir entre continuar con sus intereses económicos con esta dictadura de Marruecos o apostar por el Derecho Internacional, los DDHH y apoyar unas reivindicaciones que son justas del pueblo saharaui, para decidir mediante un referéndum que quiere ser. Están ante la historia, o la solución del Sáhara Occidental o seguir la política de chantaje de Marruecos.

“Es el momento de situarse y de decir donde está cada organización política”

V.S.: Por el contrario, siempre se diferencia en vuestros discursos entre la postura del gobierno y la de la sociedad civil.

A.A.: La sociedad española siempre ha apoyado y acompañado las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui y es algo que debemos agradecer. Si trabajo ha sido clave para evitar que los gobiernos cedan ante los chantajes marroquíes y para seguir mostrando públicamente la realidad que ocurre en el Sáhara. En este nuevo escenario su figura sigue siendo clave y las innumerables iniciativas llevadas a cabo en estos meses han sido una muestra de ese compromiso y voluntad.

V.S.: La vuelta a las armas sin duda supone un reto y un cambio radical en las prioridades y necesidades del Estado saharaui, su ejército y su diplomacia. ¿Cómo han variado las prioridades y necesidades?

A.A.: Sin duda, la prioridad del pueblo saharaui es recuperar su libertad e independencia, es por lo que lucha este pueblo desde hace 45 años. El pueblo saharaui está decidido con total determinación a continuar esta lucha hasta alcanzar su independencia.

Evidentemente de esto se derivan unas consecuencias y unas necesidades que estamos abordando. Por un lado, en los campamentos necesitamos seguir asistiendo a esa población refugiada mediante la alimentación, la asistencia sanitaria, garantizar que las instalaciones sigan funcionando y sobre todo que la asistencia primordial siga llegando pese a la situación de exilio, que se ha visto agravada por la pandemia y por el retorno de la guerra del Sáhara Occidental.

Por otro tenemos que seguir trabajando también para asistir a nuestra población civil en la parte ocupada que está sufriendo las violaciones de DDHH por parte de las autoridades marroquíes y tratar de garantizarles una asistencia jurídica. Además, es necesaria presencia de medios de comunicación y de observadores internacionales para intentar desbloquear ese territorio. Tenemos que movilizar a todo nuestro movimiento solidario. Todo mientras seguimos reforzando nuestro Ejército y la lucha en la esfera diplomática.

 

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