¿Quienes somos?

Quizá la mayor proeza del pueblo saharaui en su medio siglo de lucha por la independencia ha sido su determinación a la hora de enfrentar los innumerables retos que sobre ellos se han cernido. El haber mantenido una voluntad inquebrantable pese a enfrentarse, en las peores condiciones imaginables, a la barbarie colonialista primero española y luego marroquí. 

La batalla por la liberación del Sáhara Occidental es multidimensional; se hace con las armas, la diplomacia y también con la comunicación. Este último campo casi siempre tiende a ser infravalorado, pero lo cierto es que ya desde la antigüedad la información ha sido una herramienta fundamental en los todos los procesos de transformación social y política: difusión, visibilización, sensibilización, agitación, propaganda… Son términos de un mismo campo semántico pero con significados distintos que pueden y deben combinarse. 

La comunicación es por tanto un campo de batalla fundamental en el conflicto saharaui. La desinformación, la invisibilización y el silencio son lacras que Marruecos ha conseguido imponer en la opinión pública y que consiguen normalizar y legitimar su ilegal ocupación. Por contra, el pueblo saharaui y su legítimo representante, el Frente Polisario, tienen de su lado la verdad y la legalidad; conseguir y saber comunicarlo es fundamental para la consecución de sus objetivos. 

No son pocos los esfuerzos realizados para arrojar luz a la historia de un conflicto complejo y largo del que un gran número de actores ha tratado de des- vincularse para no tener que asumir sus responsabilidades. Señalar e informar es fundamental para que eso no ocurra y tanto gobiernos como sociedad civil sean conscientes de la realidad que se vive en la última colonia de África según la propia ONU. 

En este sentido, la “Voz Saharaui” tiene cómo misión ampliar las plataformas de difusión relacionadas con el pueblo saharaui y poder articular nuevas vías de solidaridad dentro de la opinión pública hispano-parlante. Por eso salimos en español, un elemento identitario que hace del pueblo saharaui un interlocutor africano preferencial con todos los pueblos que interactúan a través del idioma de Cervantes. 

“Voz Saharaui” bebe y se enriquece de las infinitas expresiones de solidaridad que existen a lo largo del mundo con la causa saharaui y al mismo tiempo las fomenta y potencia sirviendo de altavoz de las mismas. 

Para acompañar esta lucha y contribuir de forma modesta en la batalla contra el olvido y la desinformación, lo que es una responsabilidad de todos, nace este proyecto. Para sumarse a las acciones contra una campaña de manipulación y tergiversación de la realidad jurídica e histórica de la República Árabe Saharaui Democrática. Pues hablamos de la RASD porque es parte de un proyecto nacional consolidado e irreversible. También porque somos conscientes que el único reconocimiento válido es el que emana del sentimiento nacionalista saharaui. 

Por eso, nuestra visión va encaminada a defender los valores de emancipación que guían a los saharauis y que han sido el anhelo de los pueblos libres del mundo. Recogemos el legado de muchas personas que han perecido en el camino con la conciencia tranquila de haber cumplido con honor la ardua tarea que conlleva alzar la voz por la libertad. 

El compromiso con la independencia, el rigor y la calidad periodística para garantizar un receptor bien informado no nos harán expresarnos con ambigüedades a la hora de defender nuestra neutralidad. Y siendo objetivos, sabemos perfectamente quién es el oprimido y quién es el opresor, por eso nosotros anunciamos y definimos desde hoy que nuestro lugar esta con el oprimido. 

“Voz Saharaui” nace en un momento complejo y difícil ahora que la guerra vuelve a rugir con furia en el desierto. Pero lo cierto es que precisamente por eso, en esta coyuntura, cobra aún mayor sentido. En la sociedad de lo inmediato, de las redes sociales y de las fake news, no es sencillo construir un medio desde el rigor periodístico y la objetividad, pues ello exige de paciencia y mesura tanto por parte del lector, como de quienes firmamos estas líneas. Pero estamos con- vencidos que el ejercicio de un periodismo veraz y riguroso es indispensable para afrontar los retos venideros del pueblo saharaui.